Localizado en el cruce
de dos importantes vías de comunicación,
el municipio de Jabugo ha sabido sacar partido
históricamente a sus ventajas estratégicas
para contrarrestar las limitaciones que le imponían
la escasa extensión de su término
municipal y, consecuentemente, lo reducido de
los recursos naturales disponibles.
Pese a ser éste
uno de los municipios más densamente
poblados de la provincia, con más de
100 habitantes por km2, Jabugo presenta al viajero
unos paisajes tradicionales de los mejores conservados
de la Sierra, al coexistir las actividades rurales
de carácter silvopastoril sustentadas
en la dehesa, los castañares y, en menor
medida, las huertas, con las actividades industriales
localizadas en Los Romeros, El Repilado y la
capital municipal.
Existe constancia de
este poblamiento desde el Paleolítico.
Pero no existen referencias bien documentadas
de los periodos romanos y musulmán. Fue
conquistada por las ordenes militares portuguesas
en la primera mitad del siglo XVIII, para pasar
enseguida a la dominación de la Orden
de Santiago, dependiendo de Almonaster la Real.
Como otras poblaciones
de la Sierra, en 1691 Jabuco se independiza
como municipio, en un momento en que experimenta
un importante crecimiento demográfico
que se traduce también en la reedificación
de la iglesia parroquial.Su gran desarrollo
económico se impulsará a finales
del siglo XIX con la construcción del
ferrocarril Huelva-Zafra. Éste permitió
la implantación de una serie de actividades
fabriles ligadas a las industrias cárnicas,
de producción eléctrica, aserraderos,
etc.
El municipio sufrió
sin embargo desde 1940 una terrible sangria
demográfica, ligada a la perdida de competitividad
de estas industrias y a la crisis del mundo
rural. Sin embargo, desde 1980 se observa una
lenta pero sostenida recuperación basada
en la ampliación del sector carnico,
ya que numerosos mataderos y fábricas
de embutidos se han establecido en el municipio
para capitalizar la imagen de marca que tienen
los productos con el marchamo de "Jabugo".
Estas industrias y los servicios de restauración
resultantes son sus principales actividades
económicas.
Las
fiestas locales de Jabugo coinciden en
su contenido: tanto en las dedicadas a
Nuestra Señora de Los Remedios,
en el segundo fin de semana de julio como
en las de San Miguel, en el último
fin de semana de septiembre, se suceden
actos religiosos, como las procesiones
y festivos, con las tradicionales veladas,
bailes y actos taurinos. A principios
de mayo se celebran Las Cruces.
En cuanto
a las actividades artesanales, tradicionalmente
en esta localidad era muy extendido el encaje
de bolillo.
La aldea
de Los Romeros era un importante centro alfarero
cuya especialidad eran los vidriados con engobes
a la almagra, pero lamentablemente la tradición
gremial ha desaparecido.
LAS
ESPECIALIDADES GASTRONOMICAS: EL JAMON
DE JABUGO.
Decir Jabugo
es nombrar la calidad y la exquisitez,
imagen de refinamiento, prestigio y cuyas
resonancias no despiertan controversia
sino respeto. Jabugo no es el único
enclave especializado en la producción
de transformados del cerdo ibérico,
pero ha tenido el merecido honor de servir
de señuelo y de nominación
a los mejores jamones.
Junto con los jamones
encontrarás un amplio repertorio de productos
derivados, como los embuchados lomos, morcillas
y salchichones serranos, cañas de lomo,
morcones y los productos en fresco: solomillos,
cabeza de lomo, etc. Con estas materias primas,
y con otras procedentes de las cercanas huertas,
se cocinan platos propios como los potajes,
las costillas en salsa, el caldillo de matanza,
los guisos de rabos, de castañas, y el
viudo (sin carne), las migas con panceta, los
"adobaos", las sopas de olores, los
gazpachos con culantros, así como los
dulces, casi todos ricos en miel: roscas, rosas
y pestiños.
Iglesia
parroquial San Miguel.
La
iglesia parroquial de San Miguel Arcángel
es el edificio monumental más destacado.
Abierta en horas de culto (a mediodía
los festivos y al atardecer todos los
días excepto lunes), fue construida
entre 1722 y 1746 en sustitución
de una anterior del siglo XVI de tradición
mudéjar, de la que apenas se observan
restos en la configuración actual.
Su estilo, donde coexisten elementos barrocos
y neoclásicos, es coherente con
el de la mayoría de las iglesias
de este siglo. Su interior está
decorado con numerosos retablos, algunos
de interés.
Tiro
pichón.
Merece
la pena acercarse en las afueras del pueblo
al conocido como "Tiro de Pichón",
unas instalaciones localizadas en un lugar
privilegiado, al dominar el Valle de la
Rivera de Jabugo. Compuesto
de dos edificios de grandes dimensiones,
el más antiguo de ellos es obra
del arquitecto Aníbal González
y representativo de la arquitectura regionalista
de principios de siglo.
La cueva de la
Mora.
La Cueva de la Mora
constituye el yacimiento de mayor significación
geoarqueológica de la Sierra por los
importantísimos restos del Paleolítico
Medio -los más antiguos de la comarca-
y del Magdaleniense (5.000 años a.C.)
que aparecieron en las excavaciones no sistemáticas
que se desarrollaron a principios de siglo.
La primera sala de la
cueva tiene unas dimensiones que hacen atractiva
su visita. Se localiza a 2 Km. de Jabugo y a
200 metros de la N-435 en dirección a
Galaroza.
Rivera-Bosques.
El
agua tiene en este municipio gran protagonismo,
al estar surcado su territorio por numerosos
cursos, entre los que destacan la Rivera
de Jabugo y el Río Caliente, que
junto con numerosas fuentes, manantiales
y barrancos posibilitan la presencia de
importantes bosques de ribera.
Las Aldeas.
Muy
interesante es también la visita
a las aldeas, ya que muchas de ellas se
han convertido en un refugio de una vida
rural cada vez más difícil
de encontrar. La pequeña aldea
de El Quejigo tiene unos pocos habitantes,
gente sensible que ha sabido mantener
el encanto de este asentamiento tradicional,
y constituye un lugar grato para el caminante.
La aldea de Los Romeros
se ubica en medio de un hermoso valle, y la
tranquila carretera que le da acceso, paralela
al Río Caliente, tiene rasgos panorámicos.
El Repilado por su extensión
no es considerado hoy como aldea sino como barriada.
Existe una adecuación
recreativa, localizada en las márgenes
de la N-435, en las proximidades de El Quejigo,
con merenderos y un área de juegos para
los más pequeños.